VARONES PERFECTOS
A través de las Escrituras, el Señor nos revela Su voluntad para con nosotros: Que seamos perfectos. Pues Él ha dicho: “Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto” Mt 05:48. En Su oración intercesora ha pedido: “Ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque son tuyos. (...) ...no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: Yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí”. Jn 17:9, 14, 17, 22 y 23. Con base en la cita anterior, la perfección puede ser alcanzable y tiene como objetivo la obra del ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo. Ef 04:12. Por su parte, la estatura de varón perfecto se traduce en el conocimiento del Hijo de Dios (v. 13), y corresponde a observar Sus Mandamientos. 1 Jn 2:3.
En la epístola a los Efesios, el apóstol dice textualmente:
“Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo”. Ef 04:11-13.
Y dice más aún: “Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo”. Vers. 14 y 15
Ya hemos probado que la caridad y el amor es observar los Mandamientos de Dios, y es en eso que se traduce lo que dice el apóstol, la condición para la perfección de los santos. Y eso no es de extrañarse, ya que la Ley del Señor es perfecta e infunde nuevo aliento. Sal 19:7.
Siendo perfecta, quien la practica se torna perfecto. Y ya que el amor es observar los Mandamientos, quien los cumple está perfeccionado en el amor; y quien está perfeccionado en el amor no tiene miedo, pues el verdadero amor lanza el miedo hacia fuera. 1 Jn 04:18.
Dijo el apóstol que “si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” 2 Co 05:17. Y ese hombre debe estar revestido del nuevo hombre que, de acuerdo con Dios, está creado en verdadera justicia y santidad, procedentes de la verdad. Ef 04:24.
La verdad y la justicia de Dios son Sus Mandamientos.
Dice la Escritura que Dios juzgará al mundo con justicia,
a los pueblos con equidad. Sal 98:9.
Siendo Sus Mandamientos la justicia de Dios, es por ellos que el Señor juzgará su pueblo.
Asimismo, las Escrituras dicen: “Pondré como nivel la justicia, y la rectitud como plomada. El granizo arrasará con el refugio de la mentira...” Is 28:17.
En una construcción, el nivel se utiliza para comprobar la nivelación con respecto de la piedra principal en el sentido horizontal, mientras que la plomada se utiliza para medir la exactitud en el sentido vertical. El amor de Dios sobre todas las cosas consiste en cumplir los cuatro primeros Mandamientos del decálogo y en la perfección para con la plomada; los seis mandamientos restantes del decálogo consisten en el amor al prójimo, lo cual es la perfección a través del nivel. En otras palabras, es necesario estar ajustado tanto en el sentido vertical como horizontal.
El apóstol agrega en su epístola: “...y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios. Ef 5:2 Y la Escritura dice que el amor de Dios consiste en cumplir Sus Mandamientos. 1 Jn 5:3.
Traduzido por Verónica Colasanto
Oli Prestes
Missionário
oliprest
Enviado por oliprest em 26/07/2018