Jesús dijo: "En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, de ningún modo entraréis en el reino de Dios." Mateo 18:3.

El concepto actual de conversión es que uno va a una institución religiosa y declara que acepta a Jesús o, en el judaísmo, que sigue las tradiciones judías establecidas para los seguidores del judaísmo. Pero este no es el concepto enseñado por Dios en las Sagradas Escrituras. Porque Pedro dijo a los judíos de Jerusalén en el día de Pentecostés: ARREPENTÍOS Y CONVERTIOS PARA QUE VUESTROS PECADOS SEAN BORRADOS. Así que no sólo es necesario el arrepentimiento para obtener el perdón de los pecados, sino también la conversión.

De hecho, como ya dijimos en otro artículo que escribimos titulado "Arrepentimiento, conversión y bautismo", el Espíritu Santo dice: "¿Cómo limpiará el joven su camino? Observando tu Palabra. Salmo 119:9.

Además, hacer una simple declaración no acredita a nadie para el reino de Dios. Porque, junto con el arrepentimiento, necesitamos llegar a ser como un niño. Si esto no sucede, Jesús dijo que "NO ENTRARÁS EN EL REINO DE DIOS". Marcos 10:15.

Por lo tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que sus pecados sean borrados. Y la conversión es a través de la reprensión del Señor, que corresponde a Su Ley. Proverbios 1:23.

Guarulhos-Sp, 2/03/2024.

Oli Prestes
Misionero