Al SEÑOR nuestro Dios pertenecen la misericordia y el perdón; porque nos rebelamos contra él y no obedecimos LA VOZ DEL SEÑOR nuestro Dios, para andar en SUS LEYES, que él nos dio por mano de sus siervos los profetas.  Sí, todo Israel ha transgredido SU LEY desviándose, para no obedecer SU VOZ; por eso se derrama sobre nosotros la maldición, el juramento que está escrito en la Ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra él.  Y confirmó su palabra que había pronunciado contra nosotros y contra nuestros jueces que nos juzgaban, trayendo sobre nosotros un gran mal; porque nunca bajo todo el cielo ha sucedido como en Jerusalén.  Como está escrito en la Ley de Moisés, todo ese mal vino sobre nosotros; sin embargo, NO JURAMOS ANTE EL SEÑOR, nuestro Dios, VOLVERNOS DE NUESTRAS INJECUENCIAS Y APLICARNOS SU VERDAD.  Por eso el Señor ha vigilado el mal y lo ha traído sobre nosotros; porque el Señor nuestro Dios es justo en todas sus obras que ha hecho, PORQUE NOSOTROS NO HEMOS OBEDECIDO SU VOZ. Daniel 9:9-14.

Nótese que LA VOZ DEL SEÑOR es SU LEY. Y el mal que sobrevino al pueblo se debió a su desobediencia a la Ley de Dios, que fue dada por los profetas.

Nos corresponde, pues, prestar cuidadosa atención a las cosas que hemos oído, no sea que en algún momento nos apartemos de ellas. Porque si la palabra dicha por los ángeles ha permanecido, y toda transgresión y desobediencia ha recibido su justo castigo, ¿cómo escaparemos nosotros, si no miramos a una salvación tan grande, que comenzó a ser dicha por el Señor, y después nos fue confirmada por los que oyeron? Hebreos 2:1-3.

Oli Prestes
Misionero

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