Los niños siempre están orgullosos de sus padres y saben cómo se llaman. Pero hay quienes no saben el nombre de su padre, porque no lo conocen y nunca lo han conocido.

Algunos de los judíos contemporáneos de Jesús le dijeron una vez que ellos no eran hijos de la prostitución, sino que eran hijos de Abrahán y de Dios. Mira:

«Sé que sois descendientes de Abraham, y sin embargo buscáis matarme porque mi palabra no entra en vosotros. Yo hablo lo que he visto con mi Padre, y vosotros hacéis lo que habéis visto con vuestro Padre. Ellos respondieron y le dijeron Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abrahán, haríais las obras de Abrahán. Pero ahora buscáis matarme a mí, un hombre que os ha dicho la verdad que ha oído de Dios; Abraham no hizo esto. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Y le dijeron No hemos nacido de fornicación; tenemos un solo Padre, que es Dios. Entonces Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, sin duda me amaríais, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mí mismo, sino que él me ha enviado.» Juan 8:37-42.

Reclamaban la paternidad abrahámica y divina, aunque querían eliminar a Jesús. Y Jesús se lo dijo:

«¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra. Tenéis al diablo por padre, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. El es homicida desde el principio y no se apoya en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla por su cuenta, porque es mentiroso y padre de mentira. Pero porque os digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me convence de pecado? Y si os digo la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios oye las palabras de Dios; por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios.» Juan 8:43-7.

Jesús les preguntó por qué no entendían su lenguaje, y les dijo que era porque no escuchaban su Palabra. Y les dijo que el padre de ellos era el diablo, que no se atenían a la verdad. Ahora bien, la verdad es la ley de Dios. Por lo tanto, no entendían lo que Jesús decía porque no guardaban su ley. Así que no podían ser hijos de Dios, siendo hijos del diablo.

Lo mismo ocurre hoy. Innumerables religiosos se creen hijos de Dios, aunque no escuchan las palabras de Jesús. Y todavía tienen el descaro de decir que los que guardan la ley de Dios, Su Verdad, son los herejes.

Jesús dijo que «El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios.»
La palabra de Dios es la verdad y la verdad es su ley. Así que quien no escucha la Verdad no es de Dios. Porque Jesús habló la verdad, que es su Ley. Salmo 119:160 y 142.

En su venida, Jesús dirá a los de su izquierda: «No os conozco» y a los otros: «Nunca os conocí». Significando que ellos no guardaron los mandamientos de Dios o que nunca lo hicieron.

Así que conoce a Jesús guardando sus mandamientos, para que tú también seas conocido por Él.
Guarulhos-Sp, 07/12/2024.

Oli Prestes
Misionero