Textos

No llegues tarde
Hay personas que valoran la puntualidad, como yo. Otros nunca llegan a tiempo a ninguna reunión o cita. ¿Es eso bueno o malo?

Hay una expresión entre nosotros, que solía ser muy común por aquí, que define las buenas prácticas. Es la «puntualidad inglesa».

Lejos de querer radicalizar o extremar la puntualidad, hay que racionalizar su necesidad.

Si llegas tarde a un vuelo, puedes perderlo, a menos que también llegue tarde. Esto ya me ha ocurrido antes, aunque en contra de mi voluntad. Al fin y al cabo, los imprevistos ocurren, como un atasco.

Lo mismo ocurre si vas a coger un autobús, el metro, etc.

¿Quién no ha visto lo que les pasa a los que llegan tarde al ENEM o al examen de acceso? Pierden la oportunidad de competir por una plaza en la universidad.

Y hay un retraso ya previsto por Jesús, que sucederá a las «vírgenes temerarias», que no podrán entrar en la cena de bodas con el Cordero. Transcribamos lo que sucederá.

«Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Y cinco de ellas eran prudentes, y cinco insensatas. Las insensatas tomaron sus lámparas y no llevaron aceite consigo. 4 Pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas con sus lámparas. Y cuando el esposo se detuvo, todas temblaron y se durmieron; pero a medianoche se oyó un grito: Ahí viene el esposo, salid a recibirle. Entonces todas las vírgenes se levantaron y prepararon sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan. Pero las prudentes respondieron y dijeron No sea que nos falte a nosotras y a vosotras, sino id a los que lo venden y compradlo para vosotras. Y cuando fueron a comprarlo, vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas, y se cerró la puerta. Entonces se acercaron también las otras vírgenes, diciendo: «Señor, Señor, ábrenos. Respondiendo él, dijo: «En verdad os digo que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora en que ha de venir el Hijo del hombre.» Mateo 25:1-13.

Aunque el texto no menciona un retraso, sí dice que las vírgenes necias o imprudentes (que corresponden a las iglesias negligentes) se durmieron como las demás, pero sin estar preparadas. Porque para eso hay un tiempo. Y si ese tiempo se pierde, no habrá forma de recuperarlo.

Le sugiero que lea también mis textos «Ay de estas mujeres», «Levántense mujeres» y «La locura de estas mujeres», publicados en mi canal Recantodasletras - oliprest.

Así que no tardes en prepararte como Iglesia, hay tiempo para ello. De lo contrario, se perderá la cena prevista para las vírgenes prudentes.

Guarulhos-Sp, 23/01/2025

Oli Prestes

Misionero

oliprest
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Enviado por oliprest em 25/01/2025


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Imagem de cabeçalho: raneko/flickr