Textos

Si no la quieres, hay quien la quiere
¿Es posible que alguien reciba la visita de la suerte pero rechace su oferta? ¿O que la felicidad les llegue pero no la reconozcan? Veamos

Cuando Dios visitó a Abram, éste se dio cuenta inmediatamente de que se trataba de un ser divino. Tanto es así que lo recibió con deferencia. En aquel momento, el Señor le prometió un hijo, lo que hizo reír a Sarai, su mujer. Como resultado, cuando el niño nació, le dieron el nombre de Isaac, que significa sonrisa.

Cuando Jesús estuvo en esta tierra, quienes lo representaban aquí, los sacerdotes y el sumo sacerdote, lo rechazaron. También le consideraban indigno y que realizaba prodigios por obra del mal.

Jesús dijo a algunos de sus contemporáneos religiosos que su casa quedaría vacía y que su mandato les sería arrebatado y entregado a otro pueblo.

Aunque Jesús no está físicamente entre nosotros hoy, su espíritu sigue llamando a algunos a servirle. Algunos con dones naturales, otros con dones espirituales. Pero muchos están más ocupados con sus propios asuntos e intereses, sin preocuparse de la obra que el Maestro tiene para ellos.

Es triste, porque el Señor no llama a los capacitados, sino que capacita a los llamados. Sin embargo, no reconocen que lo que han recibido es un don y no un mérito, y que tiene una finalidad.

El propio Maestro vino a servir, no a ser servido, dando así ejemplo de abnegación y renuncia.

Pues bien, los que han sido llamados y han recibido dones para cumplirlos tendrán que dar cuenta de lo que han recibido. Y si no quieren cumplir con lo que se les ha confiado, perderán la oportunidad de servir al ser principal del universo, y de obtener méritos y recompensas para el futuro.

Caiapônia-Goias-Brazil, 14/01/2024

Oli Prestes
Misionero


Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com
oliprest
Enviado por oliprest em 01/02/2025
Alterado em 01/02/2025


Comentários


Imagem de cabeçalho: raneko/flickr