Jesús, el salvador desconocido
En los círculos religiosos se habla mucho de un Jesús conocido, y poco de otro llamado Cristo. El primero está bien aceptado, pero el otro no. Aclaremos.
Las personas que se consideran cristianas promueven a un hombre que nació en Palestina, cuya historia se recoge en las Sagradas Escrituras y al que se considera el salvador de la humanidad.
Su nacimiento se celebra todos los años en una fecha determinada, aunque no hay constancia histórica de ella.
Este Jesús es bien aceptado por innumerables personas, que habitualmente se esfuerzan por publicitarlo e incluso se ganan la vida con ello. Al fin y al cabo, creen que ésta es la buena noticia que los ángeles dieron a los pastores sobre su nacimiento. Aunque esta fue una buena noticia dada por los ángeles en su momento, LA BUENA NOTICIA anunciada por el profeta Isaías no corresponde a esto, sino al EVANGELIO ETERNO, que ya había sido anunciado a Abraham, uno de los patriarcas, antes de que existiera la nación de Israel, cuyo patriarca era su hijo, Jacob.
Y este evangelio fue ratificado en el monte Sinaí a la nación que salía de Egipto por la mano de Moisés, y pronunciado en voz alta por Dios mismo, que también lo escribió en tablas de piedra.
El Jesús que también lleva el nombre de CRISTO es poco conocido y también poco aceptado por aquellos cuyo trabajo es dar a conocer al otro del que hablamos al principio.
Porque este Jesús, el Cristo, tiene leyes que exige sean obedecidas como la niña de sus ojos. Proverbios 7:2. Y estas leyes no son bien aceptadas ni perfectamente comprendidas por todos los que dicen creer en él.
Este Jesús dijo que «todo el que crea en él, como dice la Escritura, correrán de su interior torrentes de agua viva para vida eterna». Juan 7:38.
Por tanto, es necesario saber bien lo que dicen de él, para conocerle bien, ya que dirá a muchos en su venida «No os conozco, apartaos de mí malditos». Y conocerle es guardar sus mandamientos, el decálogo, que son la buena nueva de la salvación, o el evangelio eterno. 1 Juan 2:3. Apoc. 14:6.
Oli Prestes
Misionero
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Enviado por oliprest em 28/06/2025